PALO, SOGA Y CARNERO
Reinaba la discordia entre los animales. Para reconciliarse, hubo quien ideó hacer una fiesta. Pero Mono y Carnero, que continuaban temerosos, porque los otros habían sido mejor dotados para la pelea, decidieron no ir.
El día de la fiesta, León llegó antes y comió opíparamente, y como casi no dejó comida, cuando Tigre llegó, se formó la pelea entre ambos. Los demás animales se pusieron a favor de uno u otro de los contendientes y tomaron parte en aquella riña.
Avisado Olofin de lo que sucedía en la selva, fue a poner orden, por lo que mandó buscar a Mono y Carnero para que declararan por qué habían decidido no asistir.
Mono no quiso presentarse. Olofin le insistió a Carnero que fuera a buscarlo y lo trajera a como diera lugar.
Mono se había imaginado, que si iba a la fiesta Tigre y León se lo comerían, y le hizo un ofrecimiento a Oyá que estuvo de acuerdo en protegerlo. Así, cuando Carnero, desesperado por la negativa de Mono, lo amarró con Soga, Oyá lanzó una centella y lo liberó colocando a Palo en su lugar.
A todas estas, Carnero no se dio cuenta de lo sucedido y se presentó al Creador.
–Aquí lo traigo –le dijo.
Pero solo traía a Palo atado con Soga.
Olofin creyó que Palo, Soga y Carnero, querían burlarse de él y los condenó a vivir atados unos a otros.
El día de la fiesta, León llegó antes y comió opíparamente, y como casi no dejó comida, cuando Tigre llegó, se formó la pelea entre ambos. Los demás animales se pusieron a favor de uno u otro de los contendientes y tomaron parte en aquella riña.
Avisado Olofin de lo que sucedía en la selva, fue a poner orden, por lo que mandó buscar a Mono y Carnero para que declararan por qué habían decidido no asistir.
Mono no quiso presentarse. Olofin le insistió a Carnero que fuera a buscarlo y lo trajera a como diera lugar.
Mono se había imaginado, que si iba a la fiesta Tigre y León se lo comerían, y le hizo un ofrecimiento a Oyá que estuvo de acuerdo en protegerlo. Así, cuando Carnero, desesperado por la negativa de Mono, lo amarró con Soga, Oyá lanzó una centella y lo liberó colocando a Palo en su lugar.
A todas estas, Carnero no se dio cuenta de lo sucedido y se presentó al Creador.
–Aquí lo traigo –le dijo.
Pero solo traía a Palo atado con Soga.
Olofin creyó que Palo, Soga y Carnero, querían burlarse de él y los condenó a vivir atados unos a otros.
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